Ruta por el interior del pueblo para conocer los lugares de interés. La duración es de una media hora sin tener en cuenta las paradas que podrían realizarse en el área recreativa de la Font de la Pedra, a orillas del río Serpis.
En esta ruta cultural por la localidad de Alqueria de Aznar se percibe la manera de ser de sus habitantes. El trabajo duro de cada día se ve reflejado en sus calles limpias y cuidadas. Una gran familia en la que todos se conocen y saludan, siempre dispuestos a ayudar a aquellos visitantes que, consciente o inconscientemente, terminen en sus dominios.
Se empieza en la plaza del País Valencià, desde la que sube la calle Vicente Blasco Ibañez, que conduce a la iglesia de San Miguel Arcángel,del siglo XVI. Esta iglesia se construyó junto a la torre de vigilancia levantada tras la conquista cristiana en el siglo XIV, y se le realizaron diversas modificaciones para que cumpliera su función de campanario. Lo más destacado es su cúpula, realizada con la técnica de trencadís, por un discípulo de Gaudí.
Bordeando la iglesia a través de unas escaleras, llegaremos a la plaza Miguel Hernandez. Desde allí se puede ver la antigua fábrica de papel Bambú, reconvertido hoy en un conglomerado de varias fábricas. En esta plaza en altura, hay espacio para correr, sentarse, e incluso un pequeño parque. Allí se encuentra también la escultura dedicada a Francisca Cortés Richart, sacristana de esta iglesia durante 64 años, un oficio que ya heredó de su madre.
Una vez visitada la parte alta del pueblo, se puede bajar por las mismas escaleras y girar a la izquierda. Justo al lado de la iglesia se encuentra el Museo de Bambú, dedicado a contar la historia de la fabricación de papel en la localidad de la Alqueria de Aznar, con multitud de objetos de la época, además de un hallazgo de restos óseos que se descubrieron de manera casual al realizar las obras de la antigua sede del ayuntamiento a museo. Para visitarlo basta con avisar al ayuntamiento, el cual se encuentra en la misma calle un poco mas adelante.
La calle termina en la fuente y el escurador, lugar donde se limpiaban los utensilios de las casas. Justo enfrente de este, cruzando la calle, se puede ver el lavadero.
Al pasar el lavadero, se continua por la calle Polígono Bambú hacia abajo buscando el río. Este lugar queda identificado por las vallas de madera que indican un paseo habilitado. Justo al pasar el puente que sobrepasa el río, se puede ver un camino a la izquierda que conduce al áerea recreativa de La Font de la Pedra. Allí se disponde de varias mesas, una fuente y una pequeña zona de columpios. Vale la pena escuchar el sonido de los pájaros que pasan de árbol en árbol, y prestar atención a las especies que pueden pasar por allí, pues se trata del paisaje protegido del río Serpis.
Al volver por el mismo camino, podemos subir las escaleras situadas en la calle Polígono Bambú, que nos conducen al Cementerio de la localidad. Éste se situa al final de un pasillo formado por cipreses. Siguiendo ese camino se pasa de nuevo por delante del lavador y posteriormente por la Casa de la Cultura, hasta llegar a la misma plaza de la que comienza la ruta.
Se trata de un agradable paseo lleno de historia en el que los más pequeños pueden disfrutar de varios espacios naturales y al aire libre.
