Pequeño paseo por Turballos, una pedanía de Muro de Alcoy con mucho encanto, llegando hasta la Cova de la Dona, desde donde hay unas buenas vistas de los alrededores.
Esta ruta corta, pero muy interesante, empieza en la entrada de Turballos donde hay espacio para aparcar.
Turballos es la pedanía más alejada de Muro, en las faldas del Benicadell.
Este pequeño pueblo le debe su encanto al párroco Vicent Micó, ya que lo repobló y con ayuda de los vecinos, reconstruyó las casas y la parroquia que estaban en ruinas en los años 70.
Actualmente hay muy pocos vecinos viviendo allí, pero hace un tiempo este párroco, que murió a los 89 años, formó una comunidad sostenible y autosuficiente que abogaba por la no violencia.
Así se puede observar en los pequeños huertos que todavía hoy sigue habiendo en casi todas las casas.
Por el callejón que hay en la plaza arriba de la Iglesia, se llega a un sendero que va hacia la fuente, la balsa y el antiguo lavadero. Siguiendo esta senda hacia arriba se llega a un cruce y un pinar. Hay que subir en este punto hacia la montaña por el camino indicado por hitos de piedras, hasta encontrar la Cova de la Dona, desde donde hay unas magníficas vistas de l'Alcoià i el Comtat.
Esta cavidad, conocida por todos los vecinos, actualmente está ocupada por una gran higuera que ha crecido hasta tapar su boca principal de entrada.
